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¿Cómo Maximizar la Seguridad en el Transporte de Bienes de Alto Valor con Cajas Secas?

  Transportar bienes de alto valor puede ser un desafío. Desde equipos electrónicos y electrodomésticos hasta productos farmacéuticos o textiles premium, garantizar que lleguen a su destino sin contratiempos es una prioridad. Aquí te mostramos por qué las cajas secas son una excelente opción y cómo aprovecharlas al máximo para proteger tu carga.  1. Protección Contra Factores Externos. Las cajas secas son ideales para mantener tus productos a salvo de condiciones climáticas adversas, como lluvia, sol intenso o cambios de temperatura. Su diseño cerrado asegura que tu carga esté completamente protegida, lo que reduce el riesgo de daños externos.  2. Seguridad Física: Al ser completamente cerradas y no transparentes, las cajas secas no permiten que la carga sea visible desde el exterior. Esto minimiza la tentación de robos, especialmente cuando se transportan bienes de alto valor. Además, pueden reforzarse con cerraduras y candados de alta seguridad para mayor tranquilidad....

Los mejores tips para cuidar tu mercancía

 




Depositar la mercancía en lugares poco planeados resulta caótico y suma al plan mucho más trabajo del originalmente contemplado. En cambio, mantener en buen estado los lugares estratégicos y tener una organización adecuada es útil y benéfico siempre. Sin embargo, cuando se dispone de espacios demasiado pequeños o cerrados, puede ser especialmente difícil mantener la mercancía en buen estado, aún contando con un plan minucioso y organizado.

Si te enfrentas a este problema, te decimos cómo puedes organizar el inventario para mantener cada pieza en buen estado, y optimizar al máximo el espacio disponible:

Seguridad e higiene: Antes de ingresar los productos al lugar de almacenamiento, debes asegurarte de que dicho espacio cuente con la seguridad y vigilancia necesarias para preservarlos, así como con las características de resguardo fundamentales, en el caso de mercancía perecedera o que simplemente requiere mantenerse en condiciones especiales de temperatura o iluminación. También es importante no apilar productos sobre otros ya acomodados (a menos que se indique lo contrario, o bien, sus propias características lo permitan y se tenga la necesidad de hacerlo), principalmente en el manejo de mercancía de carácter frágil.

Control y seguimiento: Llevar un control sistematizado de lo que sucede en el almacén es primordial para no perder de vista la ubicación de tu mercancía, tanto si ésta ingresa por primera vez al almacén, si se trata de un reabastecimiento o simplemente al momento de despacharla. Además, al llevar a cabo el control y el seguimiento adecuado, estarás conociendo a la perfección cada uno de tus productos y así, brindarle una mejor atención al cliente o consumidor, incluso, obteniendo datos que te permitan predecir y anticiparte a sus necesidades. Puedes comenzar con etiquetados prácticos o categorizados.

Checa la temperatura: Como dijimos anteriormente, algunos productos requieren un clima especial para mantenerse en buen estado. Si has identificado que alguna parte o la totalidad de la mercancía que manejas requiere de una temperatura específica para conservarse, verifica que el lugar en el que la mantienes esté en condiciones óptimas para evitar defectos como la expiración o la descomposición. El mejor cuidado está en los pequeños detalles, por lo que también debes asegurarte de realizar el mantenimiento preventivo de tus sistemas de refrigeración, calefacción y ventilación, así como estar preparado para resolver posibles averías en poco tiempo.

Inspecciona: Para asegurar que tus productos se mantengan en un estado óptimo, realiza inspecciones antes, durante y después de que los productos lleguen y permanezcan dentro de tu bodega o almacén. Verificar e inspeccionar el estado en el que se encuentra la mercancía antes de ingresar, te permitirá identificar el estado real en el que lo recibes, ahorrando tiempo, dudas y problemas de mantenimiento en el futuro.
 
Señaliza: La señalización en el almacén además de ser una cuestión básica y reglamentaria, resulta de mucha ayuda, pues te permite identificar qué tipo de mercancía está en determinado lugar, y sobre todo, saber qué tipo de cuidados y manejo requerirá a la hora de disponer de ella, por ejemplo, según su peso, fragilidad o temperatura.

Capacitación: El resguardo y adecuado manejo de los productos es impensable sin la intervención de los operarios o colaboradores a tu cargo. Por ello, una parte fundamental del cuidado de la mercancía es la capacitación de las personas que pasan más tiempo con ella.

Evita riesgos: Tener una segunda opción para cualquier situación es un plan inteligente, procura tener un plan B de seguridad siempre. Los imprevistos y los accidentes suceden, pero esto no quiere decir que tengan que tomarte por sorpresa. Inspecciona tus equipos de seguridad, estantes y montacargas. Esto asegurará la integridad de tus empleados (quienes estarán previamente capacitados), al mismo tiempo que aseguras tu mercancía ante cualquier contingencia.

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